Nicolás Márquez mató de joven a Medardo Pacheco en un duelo. Era coronel, veterano de la Guerra de los Mil Días, y no podía dejar de hablar de la Masacre de las bananeras. «Tú no sabes lo que pesa un muerto», le decía a su nieto el abuelo, porque no soportaba el haber matado a un hombre. Tranquilina Iguarán Cotes era la mujer de Nicolás Márquez, y contaba todo el día historias de fantasmas, rezaba premoniciones y augurios e interpretaba extravagantes signos, de forma tan natural, que su nieto creció pensando que todo aquello era verdad. Eran los abuelos de Gabriel García Márquez, e inspiraron personajes tan famosos como José Arcadio Buendía, Aureliano Buendía y Úrsula Iguarán, ejes centrales de la novela Cien años de soledad. Las ideas se las inspiraron sus abuelos, y Gabo las escribió.