Ayer te hablaba del momento en el que, considero, inició oficialmente mi carrera como escritor. Los dos libros que te mencionaba son los de la imagen: «Bandidos y hackers» y «Construir una novela, cómo orientarse en el proceso de creación literaria». Escribirlos y publicarlos me dejó la experiencia de que, en primer lugar, hay que tomárselo en serio, y la mejor forma de demostrar que lo haces es preparándote para ello, estudiando, conociendo las técnicas de la creación. Y claro, viviendo, porque lo que vas a hacer al escribir es a recrear el mundo con palabras, y en muchos casos, a hacer un ejercicio que es típico del escritor, y es preguntarte ¿Qué pasaría sí…? Así empiezan los libros. Por ejemplo: ¿Qué pasaría si escribiera todos los días mil palabras? ¿Qué pasaría si le dijera a esa chica que me gusta mucho? ¿Qué pasaría si me atreviera a iniciar esa tarea en la que llevo tiempo pensando? Y como no sabes qué pasaría, pues empieza a inventar lo que pasaría. Y mientras piensas, escribe. Anímate, lánzate al ruedo, donde están los riesgos, y derrumba las barreras. Se siente duro cuando uno se cae. Pero no sé si te has dado cuenta de que en las películas, el protagonista no sale ganando y ya, no, primero lo apalean, y luego sí, gana. ¿Recuerdas a Rocky? Bueno, así es.