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Siempre me había preguntado a qué se referían los eruditos de internet cuando hablaban de aportar “Contenido de valor”. Hasta que un día me recosté juicioso en la hamaca que tengo en el balcón de mi apartamento, en un piso 16, en la cima de una montaña, y me hice la pregunta con la idea de no levantarme hasta no tener una respuesta válida.

Al final, la respuesta que me di fue muy simple. Yo llamaría “Contenido de valor” a aquella información que pudiera utilizar para crear o construir algo que me aportara lo que más me gusta: satisfacción, felicidad, ímpetu, arrojo, o plata.

¿Y cómo se logra eso? Pues contándole a las personas que te leen aquello que tú sabes y ellos tal vez sí o tal vez no, más fácil no que sí, y que, si yo utilizo para crear y construir cosas que me producen satisfacción, felicidad, ímpetu, arrojo, o plata, ellos también lo pueden hacer.

Yo, por ejemplo, considero de gran valor el discurso de Steve Jobs en la universidad de Stanford.

Lo más importante que me quedó de su mensaje es que debes procurar aprovechar toda oportunidad que tengas de aprender algo nuevo, sea que te guste o no, que lo consideres útil en ese momento de tu vida o no, porque no sabes en qué momento vas a necesitar, o simplemente podrás usar gracias a una epifanía de esas que solo se tienen una vez en la vida, ese aprendizaje.

Steve Jobs, para seguir con él, no dejaba de hablar de cuando aprendió caligrafía en un momento de su vida en el que tenía mucho tiempo libre, y le dio por meterse en ese curso solo para tener algo que hacer, y cuyo conocimiento le sirvió tan enormemente luego, que hasta Microsoft se lucró de ese beneficio, al incorporar los tipos de letra que tenía el Macintosh en su sistema operativo. También hablaba con frecuencia de cuando se fue a la India a pasar una temporada apenas meditando, lo que le sirvió después para concentrarse en sus desarrollos, y tener visualizaciones maravillosas que lo llevaron a ser considerado como un genio de la actualidad por las epifanías que lo llevaron a diseñar el iPhone, el iPad, y el iTunes, para no mencionar más.

«Aprende cuanto puedas, y luego, en retrospectiva, une los puntos», dice Jobs.

Yo, que he tenido la oportunidad de estudiar, de aprender, de escribir libros y de publicarlos, de crear empresas y de tener una vida de calidad, siento que el conocimiento que hay en esos textos (los que yo he escrito) almacenado, es de gran valor para el que no lo tenga, y de ahí que promueva su lectura.

Cada vez que escribo en este blog, trato de contar algo de lo mucho que he vivido y que me ha servido para saber moverme en el mundo, lograr cumplir metas, y tener cada vez más sueños con la esperanza de convertirlos en realidad, porque si de algo he sabido, es de que eso a lo que uno le trabaja, se materializa algún día, sin falla.

Hoy quiero aportarles a los lectores de estas líneas algo que me ha permitido, por un lado aprender y, por el otro, ganar dinero. (Yo procuro aprender todo lo que pueda, considero que no hay mayor tesoro que el conocimiento). Y es una membresía que compré el año anterior, cuando la pandemia en furor, me hizo pensar que el mundo podía cambiar y que era necesario aprender sobre virtualidad, si el encierro por las cuarentenas se alargaba y se necesitaba de otro recurso laboral.

De tanto pensar en qué hacer, un día, mirando memes y videos sobre teorías de conspiración sobre la pandemia, la publicidad de Seminarios.Online (una empresa colombiana dedicada a la producción y comercialización de productos digitales) se plantó frente a mí. Se trataba de una compañía que, contrario a tantos negocios que estaban cerrando, florecía como los árboles en primavera. Se dedica a vender cursos virtuales, y quien adquiera la cuenta de suscripción, adquiere también el derecho a comercializar todo ese contendido, más de cuatrocientos videos a la fecha de hoy, ganando 80% de comisiones por cada venta concretada. 

De forma que con la suscripción (que yo compré por US$150, que hoy cuesta US%500, y que en diciembre de este 2021 pasará a costar US$2000), no solo se adquiere de por vida un cúmulo permanentemente en crecimiento de cursos para tu propia educación, sino que también puedes venderlos. Contarte esto a mí me parece aportarte “Contenido de valor”. Por eso te lo cuento. Yo trato de no dejarme influenciar por nadie, y te recomiendo lo mismo, por eso te dejo este enlace, Suscripción a Seminarios.Online, para que de primera mano, no por lo que yo te cuente, te enteres de lo que te ofrecen y si lo ves oportuno, productivo, beneficioso, como yo le encontré, no dejes pasar esta oportunidad.

Yo agradezco cuando me dan este tipo de “Contenido de valor”.

Recuerda: LA SUERTE SIEMPRE FAVORECE AL OSADO.

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